Los acusados húngaros, según el documento, se unieron a esta red internacional, supuestamente dirigida por el singapurés T.S. Eng, sobre quien pesa una orden de detención internacional, ofreciendo informaciones sobre qué partidos podrían ser manipulados.
El informe agrega que las apuestas se realizaron en "oficinas asiáticas" y que el arreglo de partidos afectó a partidos de todo el mundo.
Los acusados, cuya identidad no se reveló, han negado haber participado en esa red. Tres de ellos han sido puestos en arresto domiciliario.