Desde el pasado verano el Haaretz, considerado como un periódico de referencia por una parte de la opinión pública y vilipendiado por la derecha, recuerda en cada una de las crónicas de los partidos que el Beitar nunca introduce a jugadores árabes en sus formaciones.
El Beitar, conocido por las habituales manifestaciones racistas antiárabes de algunos de sus aficionados, lo que ha valido al club varias sanciones, confirmó que el periodista Dor Blech, que cubre sus partidos, no pudo acceder a las tribunas de prensa el pasado lunes y que tiene prohibido entrar en el futuro.
La queja del Haaretz se refiere a la ausencia de árabes no judíos, mucho más numerosos. Entre ellos figuran los árabes israelíes, que representan el 17,5% de la población del país.
Para Oshri Dudai, la denuncia del Haaretz es "irrelevante y no tiene nada que ver con el sujeto principal, el deporte".
El diario se ha dirigido a la Federación nacional y ha iniciado un procedimiento legal, señaló Blech.
Los orígenes del Beitar son la derecha ultranacionalista israelí.