Los datos confirman la expectativa de las autoridades locales y de la propia FIFA en el sentido de que el torneo disputado por los campeones continentales interesa principalmente a los hinchas brasileños y que los extranjeros esperarán hasta el Mundial que Brasil organizará en 2014.
Según el balance de la FIFA, de las entradas hasta ahora vendidas para la Confederaciones, un 73,6 % fue adquirido por residentes en las ciudades en que se disputará el torneo y un 23,5 % por brasileños procedentes de otros estados.
La Copa Confederaciones, considerada como un "ensayo general" para el Mundial, será disputada en seis de las doce sedes del evento del próximo año: Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Salvador, Recife y Fortaleza.
Brasil, como país sede, se medirá con España, campeón mundial, y a los actuales campeones continentales: Italia (subcampeón europeo), Uruguay (Sudamérica), México (Norteamérica, Centroamérica y el Caribe), Japón (Asia), Nigeria (África) y Tahití (Oceanía).
La ciudad en la que los extranjeros reservaron un mayor porcentaje de entradas (4,7 %) es Fortaleza, que será palco de los compromisos Brasil-México y España-Nigeria, así como de una de las semifinales.
Por sus playas, su ubicación en el nordeste brasileño y su permanente clima tropical, Fortaleza atrae todos los años numerosos turistas extranjeros y tiene conexiones aéreas directas con algunas ciudades europeas.
La ciudad que menos ha interesado a los extranjeros es Brasilia, escenario del partido inaugural (Brasil-Japón) y en donde el 99,4 % de los ingresos fue reservado por brasileños.