El entrenador italiano, que no entrenaba desde que dejó la selección rusa en 2015, se comprometió con el conjunto chino, uno de los clubes más ricos del fútbol chino.
El extécnico de Real Madrid, Milán y de la selección inglesa, de 70 años, ha firmado un contrato por 18 meses y 10 millones de euros, según la prensa china.
Unos resultados poco acordes con las ambiciones de un club que es propiedad del gigante de la distribución Suning, propietario también del Inter de Milán.