Fuentes federativas se remitieron hoy a un estudio realizado por la Escuela de Estudios del Deporte de Colonia, según el cual está descartado que los internacionales alemanes incurrieran en dopaje en ese torneo.
El pronunciamiento sigue a la difusión de dos informes que han causado gran revuelo en el país, ya que apuntan a la existencia de un programa de dopaje masivo, con apoyo estatal, en la Alemania occidental.
Las sospechas del uso de esta sustancia en el Mundial de 1966, primero en que realizaron controles, salieron ya a relucir en noviembre de 2011.
Las revelaciones sobre el dopaje en la Alemania occidental empezaron el pasado fin de semana, a través de los medios, y quedaron luego colgadas en internet por la propia DOSCB.
Se trata aún de un informe parcial, que ha puesto en entredicho la credibilidad del deporte en la República Federal de Alemania (RFA), al que solía verse como libre de culpa, en contraposición con el programa de dopaje masivo de la comunista República Democrática Alemana (RDA).