¡Goleador, goleador, Leonardo Castro, goleador! Esos eran uno de los cánticos que siempre entonaban los fieles hinchas del Deportivo Pereira en el Hernán Ramírez Villegas para el número ‘23’ de su equipo, que con cada toque de balón cerca al área los puso a vibrar, pero lo más importante y valioso, sus anotaciones les permitió festejar un título de la Liga del fútbol colombiano por primera vez en su historia.
Fue el mejor delantero del semestre, un verdadero ‘depredador’ del área, pero también fuera de ella. El nunca rendirse y siempre ir al frente, pese a las adversidades que pudiese encontrar en el césped: el ‘marcaje’ que le hacían los defensores rivales, se las ingeniaba para salir de esos ‘embrollos’; y cuando estaba frente a la portería, no perdonó.
En Pereira se siente bastante tranquilo, es su hogar; su casa, está cómodo, porque tuvo esa confianza desde el primer día que volvió a vestirse de ‘matecaña’ y ese espaldarazo, él lo respondió con buenas actuaciones y goles en este segundo semestre del año en curso: un total de 15 anotaciones, en 26 partidos disputados; para una suma de 2.303 minutos jugados; a eso, adicionarle cuatro asistencias. También contribuyó en la parte defensiva y no le costó cuando tuvo que ayudar a su escuadra; 12 amarillas, pero pese a eso, nunca se fue expulsado.
Con el paso de los partidos se vio a un Leonardo Castro más maduro, en la cancha hizo un trabajo silencioso, pero letal. El caucano, de 30 años, fecha tras fecha, alentó la ilusión de los fanáticos del Pereira, que hoy día pueden festejar gracias a su aporte.
Y es que el artillero oriundo de El Tambo se complementó tan bien con sus compañeros de equipo, pero en la ofensiva tuvo a ‘su pareja ideal’, por decirlo de alguna manera: Brayan León Muñiz; ellos dos fueron un verdadero problema para los zagueros contrarios.
Leonardo Castro demostró que es un verdadero ‘killer’, un delantero distinto, que muchos equipos quisieran tener en sus filas, pero es el Deportivo Pereira el que tuvo la fortuna de contar en su plantilla con un goleador y verdadero ‘depredador’ del área como él.
El ‘grande matecaña’ festeja, gracias en gran parte, a las emblemáticas actuaciones del número ‘23’.