Un teléfono
ligado a las huellas digitales y a la geolocalización de los hooligans, es la
nueva herramienta usada por la KNVB para intentar mantenerlos lejos de los estadios.
"La
idea es que las personas que no pueden acudir a los estadios deban
identificarse gracias a sus huellas en un teléfono que utiliza la
geolocalización antes, durante y después del partido", para asegurar que
no estén en las inmediaciones de los campos, indicó el portavoz de la KNVB Hans
van Kastel.
"Holanda
sería de esta manera el primer país del mundo en comprobar de manera digital
que sus hooligans no están en el estadio", añadió.
El
país cuenta con más de 1.300 personas que tienen prohibida su presencia en los
estadios, 890 únicamente en 2015, año marcado por los numerosos incidentes.