El triunfo ante Quindío era una obligación para acabar con los fantasmas que comenzaban a acosar a los aficionados, después de dos derrotas seguidas ante Envigado y Medellín.
Eran necesarios esos tres puntos también, para afianzarse en una tabla que hoy, a una fecha de terminar la primera parte del torneo, está bastante apretada, con nueve equipos que mantienen una feroz batalla por lograr un cupo entre los ocho mejores.
Los "azucareros" llegaron a 28 puntos, se treparon hasta la tercera casilla, suman más diez (+10) en la diferencia de goles y son conscientes de que en la próxima fecha, ante La Equidad en Bogotá, está el último escalón para llegar a los cuadrangulares.
El encuentro del domingo fue marcado por dos tiempos totalmente diferentes en cuanto al accionar futbolístico de azucareros y cafeteros.
En los 45 minutos iniciales fue el local el que puso el ritmo, con una presión por todos los sectores, con un fútbol más dinámico y vertical y con un deseo inmenso de resolver lo más pronto posible.
Así llegaron los goles. Minuto 12, Domínguez cobró un tiro libre a mediana altura que desubicó al arquero Otero. Y a los 25, en doble cabezazo apareció la segunda conquista, esta vez por medio de Montero.
El segundo tiempo fue más para el Quindío, que adelantó líneas y buscó con más decisión el arco de Juan Pablo Ramírez, sin mucho éxito en el balance final.
Cali (Valle del Cauca)
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