En una declaración de prensa, el Hertha dijo que el comportamiento de algunos de sus jugadores no corresponde a los valores del club.
"Según los declarado por el árbitro, en un atmósfera comprensiblemente llena de emociones se incurrió en insultos y en otros comportamientos antideportivo de carácter grave", dice la declaración del Hertha.
El árbitro, Wolfgang Stark asegura haber sido golpeado en el túnel por el georgiano Levan Kobiashwilli y haber sido rodeado de forma amenazante tras el final del partido.
El duelo, que terminó 2-2 lo que en principio envía al Hertha al descenso, tuvo que ser interrumpido durante más de veinte minutos poco antes del final debido a que los seguidores del Fortuna invadieron el campo en una celebración prematura.
Los berlineses acusaron a Stark no haber hecho jugar todo el tiempo de descuento y además sostienen que los minutos finales, tras la invasión de campo, no pudieron jugarse en condiciones deportivas normales por lo que exigen una repetición del partido.