La selección china solo podía acceder al Mundial si los iraquíes perdían el partido ante Jordania y su último encuentro clasificatorio ante Singapur.
A pesar de que China había hecho los deberes al ganarle a Singapur por 0-4, el milagro de llegar a Brasil 2014 pasaba por la derrota de Irak, que con goles de Nashat Akram, en doble ocasión, y Qusai Munir, logró remontar el tanto inicial de Jordania, obra de Hasan Mahmoud.