Los aficionados fueron detenidos cuando viajaban desde Montevideo al este de Uruguay para un partido amistoso con el Juventud de las Piedras, el 18 de julio.
El Consejo Directivo de Peñarol informó en un comunicado de que la sanción busca dar "una señal clara e inequívoca del repudio" de la entidad "a cualquier forma de violencia, dentro y fuera de los escenarios deportivos".
Al obtener las identidades de los detenidos, los directivos de Peñarol encontraron que trece eran socios del club.