Según expresaron fuentes policiales, al menos ocho agentes resultaron heridos por piedras lanzadas por los manifestantes, cuyo número han calculado entre 10.000 y 15.000.
Los manifestantes cortaron el tránsito en la avenida Alberto Craveiro, el principal acceso al estadio "Castelao", y fueron contenidos por las autoridades a unos tres kilómetros del coliseo, donde se produjeron los desórdenes, que aún no han sido totalmente controlados.