Rousseff hizo el saque inaugural y después subió a la tribuna de honor para presidir un partido entre dos equipos de trabajadores que participaron en las obras del Arena Pernambuco, un estadio con aforo de 44.248 localidades.
Este es el sexto estadio del Mundial en ser inaugurado y el último de la Copa Confederaciones, aunque sus obras internas terminaron el pasado abril, según los responsables del proyecto.
El primer partido oficial en el Arena Pernambuco se jugará este miércoles y citará al Náutico brasileño y al Sporting de Lisboa.