Las cuatro victorias consecutivas en Liga y el buen arranque de Santa Fe en Copa Libertadores entusiasmaron a la hinchada cardenal para acompañar al equipo en un duelo frente a otro histórico que, si bien llegaba a Bogotá en un momento confuso en lo deportivo, siempre ha sido una amenaza en Bogotá.
Sin embargo, el Deportivo Cali salió a no perder en El Campín y el local, esta vez sin Omar Pérez y con Edison Méndez en el papel de generador de juego, parecía no estar interesado en ganar.
El clásico de la fecha, que había comenzado con un emotivo homenaje cardenal al recientemente fallecido Fernando González Pacheco, gran hincha de los rojos, no le hacía honor ni al ídolo ni a los hinchas presentes.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron mucho, aunque Jefferson Cuero se robó el show pues su velocidad complicó a la defensa azucarera. Sin embargo, desperdició opciones claras frente a Mondragón, siempre eficiente.
Por su parte, el Cali se dio cuenta de que podía lograr algo más y lo intentó con la media distancia de Bolívar, así como la movilidad de Romero. Sin embargo, el verde volvió a mostrar que no tiene pegada y, a diferencia del duelo frente a Cerro Porteño en el que logró una sufrida victoria, esta vez no se le dio.
El punto vale poco si se mira por el fútbol exhibido, pero igual suma y evita que el Cali esté en el fondo de la tabla y le permite a Santa Fe ser líder solitario y mantenerse invicto.
Pero siempre por historia, y esta vez por nóminas, se esperará más de un duelo entre dos equipos llamados a pelear el título.
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