"Existe
una gran rivalidad entre nuestros aficionados, y les pedimos que sean
respetuosos y que nos ayuden a erradicar toda forma de comportamiento ofensivo
o discriminatorio", reclaman los dos clubes, cuyas ciudades apenas están
separadas por cincuenta kilómetros.
"Los
aficionados que tengan un comportamiento ofensivo o discriminatorio serán
inmediatamente conducidos fuera del estadio, y correrán el riesgo de ser
detenidos", avisaron los dirigentes del fútbol inglés.
La
temporada pasada, el Liverpool y el Mánchester United recibieron multas de la
UEFA por los excesos de sus aficionados en el emparejamiento entre ambos en los
octavos de final de la Europa League, sobre todo en el partido disputado en Old
Trafford.