Según informaron medios locales, los violentos incidentes fueron protagonizados por miembros de facciones rivales de la "barra brava" del Boca Juniors, que se enfrentaron con armas de fuego.
Como consecuencia del grave enfrentamiento, una persona de 35 años falleció en inmediaciones del estadio por un disparo en el tórax, según confirmó a la agencia oficial Télam el titular del servicio de emergencias médicas de Buenos Aires, Alberto Crescenti.
Portavoces del San Lorenzo confirmaron a la agencia oficial Télam que el encuentro fue suspendido antes de su inicio por pedido del propio club.
"Era un peligro exponer a la gente sabiendo lo que había pasado. Pensamos que lo mejor era suspenderlo", dijo por su parte el presidente del San Lorenzo, Matías Lammens.