Todo lo que no fueran tres puntos no era botín para Nigeria, que tras encajar tres goles en su debut contra Egipto necesitaba un bálsamo para su orgullo que la reafirmara como favorita para alzarse con el título.
Lo consiguió a duras penas, de penalti y con mucha suerte, pues la madera se interpuso dos veces entre la ambición de Benín y lo que le tenía reservado el destino.
Con un solo punto en su casillero fruto de su empate (2-2) en la primera jornada ante Mozambique, las posibilidades de Benín de meterse en cuartos de final penden de un milagro.
En el segundo partido de la tarde, en el Conplexo da Sra. de Graça, Egipto hizo buenos los pronósticos y sumó su segunda victoria, ante Mozambique (2-0), para convertirse en la segunda selección del campeonato, tras Costa de Marfil, que se hace con un hueco en los cuartos de final.
La victoria de los Faraones se forjó sobre un gol en propia puerta de Dario Khan (m.48), el segundo en esta Copa de África, en una jugada casi intrascendente en la que lo más sencillo hubiese sido dejar pasar de largo un balón que difícilmente encontraría rematador.
Tras el gol, aunque sin alardes, el juego se animó algo, y al menos dejó un segundo tanto de bella factura (m.80), obra de Gedo, quien llevaba diez minutos sobre el césped.