El veterano entrenador, de 71 años, que ayer estuvo en el Camp Nou y vio en persona la victoria de los blancos sobre Barcelona en la Copa del Rey (1-3), está dispuesto a ocultar sus cartas de cara al crucial choque con los de José Mourinho hasta el último momento.
"En este club, en este momento, puede pasar cualquier cosa. Cualquier jugador se puede encontrar de pronto con que está disputando una final o un encuentro importante. La plantilla que tenemos nos permite hacer eso", afirmó Ferguson a la televisión oficial del club, MUTV.
"En 1999 dejé a Paul Scholes fuera de los cuartos de final ante Inter de Milán, a pesar de que había marcado el gol que nos había permitido llegar hasta allí", relató el escocés.
Después, "le dejé fuera de la semifinal porque no podía correr el riesgo de que jugara junto a Roy Keane, porque ambos tenían una tarjeta amarilla", explicó Ferguson, que recordó cómo Scholes aceptó la situación "con gentileza", incluso cuando finalmente saltó al terreno de juego, vio otra amarilla y se perdió la final.
"¿Qué hizo Scholes? No le afectó. Siguió adelante para convertirse en uno de los mejores jugadores que han pasado por este club en toda su historia", afirmó el escocés, que admitió que muchos de sus jugadores que no estuvieron presentes ante Real Madrid en la ida de los octavos se sintieron "decepcionados".
"Los jugadores sienten que puede ser un gran año para ellos", señaló el preparador escocés, que el sábado dibujará su última alineación antes del partido europeo, que podría arrojar luz sobre sus intenciones de cara al próximo martes.
Algunos de los jugadores más veteranos de su plantilla, como los ingleses Ryan Giggs, de 39 años, y Rio Ferdinand, de 34, no suelen disputar más de un encuentro por semana, por lo que su presencia en el once ante el modesto Norwich podría significar que no estarán ante Real Madrid.