En el minuto 35 del encuentro Kaká recibió su pequeño homenaje en el estadio de San Siro al lograr el primer tanto del partido, con el que cumplía 100 goles con la camiseta roja y negra milanesa y en el que recibió una camiseta con ese número para conmemorar la ocasión.
Diez años después de que el joven brasileño con el dorsal 22 a la espalda anotase su primer gol para el Milan, Kaká logró la décima posición entre los máximos anotadores del club milanés y tiene margen para escalar más puestos.
"Nunca me he sentido acabado. Siempre he tenido motivaciones", declaró Ricardo Izecson dos Santos Leite tras finalizar el lunes el encuentro.
Y un mensaje para los escépticos por la diferencia de rendimiento del futbolista en Italia y España: "Preguntad al Real Madrid si en algún momento no fui profesional. Las cosas no fueron como hubiera querido pero jamás me eché atrás. La experiencia de España en el plano personal fue importante y bella".