Los jugadores lo abominan, los entrenadores se quejan, pero los aficionados lo adoran: desde hace 150 años Inglaterra mantiene la tradición del Boxing Day, tan criticada como única.
Cuando el resto del mundo digiere las copiosas cenas navideñas, el lunes 26 de diciembre, el fútbol sale a escena en Inglaterra.
Desde entonces el Boxing Day se dedica al deporte: cricket, hípica, rugby, y por supuesto fútbol. Tanto es así que el menos en las categorías inferiores los organizadores procurar mantener en estas fechas duelos regionales para evitar largos desplazamientos a los aficionados.
Para muchos es el único partido del año al que asisten, el equivalente futbolístico a la misa del Gallo. Así acuden religiosamente en familia... o para escapar de ella.
En este año los grandes de la Premier League se enfrentan a equipos de la zona media y baja de la tabla, pero el Boxing Day es también un día de sorpresas.