El Swansea, dirigido por el danés Michael Laudrup, supo resistir el acoso del Manchester United y mantuvo un empate que le permite seguir en la mitad de la tabla.
Presionó el United al máximo en busca de la victoria que le permitiera mantener la ventaja en la tabla sobre su eterno rival, el Manchester City. Incluso a última hora echó mano de la experiencia del galés Ryan Giggs y de Paul Scholes, pero no pudo conseguirlo.