"Blatter era el presidente de la FIFA, pero él no tomó la decisión sobre la disputa en Rusia del Mundial de fútbol. La tomó el comité ejecutivo y en él no puede influir ninguna dimisión", dijo Vitali Mutkó, ministro de Deportes ruso, a la prensa local.
Mutkó, quien recordó que Blatter se mantendrá en su puesto de manera interina hasta diciembre, insistió en que no existe "ninguna amenaza" para el Mundial y que Rusia continúa los preparativos "según los plazos previstos".
La presidente del Senado, Valentina Matviyenko, vinculó con la histeria antirrusa los llamamientos a boicotear el Mundial de Rusia, al tiempo que lamentó la decisión de Blatter de renunciar habiendo recibido un enorme apoyo en las elecciones del pasado viernes.
En la misma línea, el Kremlin se manifestó este miércoles sorprendido por la repentina dimisión del suizo al que Rusia había apoyado la pasada semana en su reelección pese a las denuncias de corrupción.
"Por supuesto, su renuncia lo fue (una sorpresa). Desconocemos quien será el nuevo presidente de la FIFA, pero, de todas formas, no se sabrá ni mañana, ni pasado", aseveró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
El presidente ruso, Vladímir Putin, defendió a Blatter de las acusaciones de corrupción, acusó a EEUU de querer impedir su reelección y denunció las presiones occidentales a la FIFA para que Rusia no albergara por vez primera la Copa Mundial.