Ganar era la única palabra que España tenía en mente. Y es que, si quería clasificar a la siguiente ronda de la Eurocopa, no tenía otra alternativa. Por eso, Aymeric Laporte se encargó de ello.
Álvaro Morata falló un penal y le puso suspenso al desarrollo del encuentro. Sin embargo, minutos después, el guardameta Martin Dúbravka anotó un autogol insólito, para el 0-1 a favor de 'la Roja'.
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