Simon Yates, ganador de la etapa 8.
Bas Czerwinski/Getty Images

Simon Yates y su espectacular exhibición en la última etapa de la París-Niza

El británico atacó en el Col D'Eze, último puerto de la jornada, y logró quedarse con el triunfo en el día.

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Primoz Roglic (Jumbo-Visma) se ha proclamado vencedor final de la edición 80 de la París-Niza tras la octava y última etapa disputada este domingo a través de 115 km con salida y llegada en Niza, donde se impuso el británico Simon Yates (BikeExchange), quien puso contra las cuerdas al esloveno con una escapada en solitario que a punto de dar la vuelta a la clasificación general.

Vencedor en el Paseo de los Ingleses de Niza, Yates (Bury, 29 años), entró brazos en alto con un tiempo de 2h 52 min 59 segundos, firmando una formidable victoria, pensada para la sorpresa, que se quedó a un paso de la hazaña total. El ganador de la Vuelta 2018 aventajó en 9 segundos, más la bonificación, a sus ilustres perseguidores, Van Aert y Roglic.

El ataque de Yates en el Col D'Eze le permitió llegar en solitario hasta meta, y así, finalmente, se conformó con la victoria y el segundo puesto en la general, a 29 segundos. El segundo pelotón perseguidor llegó a 1 min 44 segundos con los colombianos Daniel Felipe Martínez y Nairo Quintana, Adam Yates, hermano del vencedor del día, entre otros.

Se subió al podio como tercero el colombiano Martínez, Adam Yates acabó cuarto y Nairo Quintana quinto.

Fue una jornada corta, pero traicionera y explosiva, como podía ocurrir en un recorrido con 5 puertos de montaña y con la general no decidida. El Ineos salió a intentar la revolución, lo mismo que el BikeExchange con Simon Yates, en la salida separado del líder en 47 segundos.

Se movieron de lejos Daniel Felipe Martínez subiendo la Cota de Peille (primera categoría de 6,5 km y al 6,9 por ciento). Van Aert empezó ya a ejercer de bombero de Roglic, respondiendo a los ataques hasta el punto de cortar el pelotón, quedando delante los candidatos de la general.

Nada menos que Roglic, Simon Yates, Martínez, Quintana, Van Aert y Adam Yates. Con la fuga consolidada, restaba el escollo del Col D'Eze, otro de primera de 6 km al 7,6 por ciento.

¿Cómo fueron los kilómetros finales de la París-Niza?

No había más opción que quemar las naves si alguien quería alterar el orden instaurado por Roglic toda la semana de carrera. Primero atacó Nairo Quintana, un simple amago sin consistencia. Después probó Simon Yates, un arreón serio que plantó a Roglic, sin respuesta. El británico abrió una brecha de 25 segundos y coronó en cabeza. Van Aert ya iba tirando de su jefe de filas, en apuros, mostrando su faceta humana.

Sólo quedaba la bajada de 15 kilómetros hasta el Paseo de los Ingleses de Niza. Yates lanzado contra el dúo del Jumbo, soñando con la hazaña de ganar la "Carrera del Sol". El de Bury lo dio todo, rebelándose contra el potencial de los perseguidores, dos figuras del ciclismo mundial. La general estaba en el aire. Simon Yates vio que la ventaja no le daba para batir a Roglic. Se conformó con el triunfo de etapa y el segundo puesto de la general. Roglic salvó los muebles, en gran parte gracias al sacrificio de un gregario de lujo. El esloveno tiene razones para dar las gracias al belga.

Roglic sucedió en el historial de la prueba al alemán Maximilian Schachmann, vencedor en las dos última ediciones.

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