El ciclista holandés decidió abandonar en el inicio de la etapa 5, un día después de una caída que le había dejado la rodilla izquierda dolorida.
En un día con una fuerte lluvia en la salida desde Frascati, Dumoulin firmó la hoja de salida de la etapa e intentó seguir adelante, pero tras unas pedaladas el campeón del Giro de 2017 decidió tirar la toalla, en una zona inicial del trazado situada entre el lugar de reunión del pelotón y el punto real de salida.
"La rodilla todavía me hace daño. Esperemos que vaya mejorando a lo largo del día", había declarado poco antes el holandés.
Desde su equipo Sunweb habían dicho que Dumoulin había recibido este miércoles por la mañana la autorización del equipo médico para continuar en el Giro.
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La caída del martes, a seis kilómetros de la meta de la cuarta etapa en Frascati, había hecho evaporarse las opciones de Dumoulin en este Giro, cuando perdió más de cuatro minutos.
La rodilla izquierda del corredor quedó dolorida e inflamada, lo que hacía pensar en que iba a ser difícil verle sobre la bicicleta el miércoles, pese a que las pruebas del martes determinaron que no había fractura.
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"La clasificación general está terminada para mí, eso seguro", había admitido entonces Dumoulin, que había terminado el martes como 56º de la clasificación del Giro, a 4 minutos y 30 segundos del líder, el esloveno Primoz Roglic.
Dumoulin, de 28 años, fue segundo el año pasado en el Giro, sólo superado por el británico Chris Froome. Un año antes había acabado la ronda italiana como 'maglia rosa'.