En el tercer cuarto del Super Bowl 2022 las temperaturas se elevaron en el SoFi Stadium. Los Cincinnati Bengals se pusieron adelante en el marcador, por 17-13, y Los Ángeles Rams, el equipo local, empezó a verse frustrado por la destacada actuación del mariscal de campo, Joe Burrow.
Cuando el cronómetro marcaba 14 minutos y 11 segundos, Burrow tuvo que lanzar el ovoide afuera del campo de juego porque no pudo dar un pase limpio. Antes de deshacerse del balón, el pasador recibió un fuerte empujón por parte del número 99 de los Rams, Aaron Donald.
Esta acción, a pesar de ser legal puesto que Burrow seguía adentro del terreno de juego, generó inconformidad en los jugadores de Cincinnati.
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De hecho, Trey Hopkins e Isaiah Prince, dos 'gigantes' de los Bengals encararon a Donald. Los dirigidos por Zac Taylor le conectaron un par de golpes al rostro de su rival, recriminándole la acción contra su mariscal.
No hubo pañuelos por parte del equipo arbitral.