¡América campeón!, se encendió la estrella 13

Seis años después, la "mechita" volvió a alcanzar la gloria del fútbol colombiano y se convirtió, junto a Millonarios, en el equipo más ganador del país. Derrotó 3-1 a Medellín en el estadio Pascual Guerrero y prendió una fiesta que difícilmente terminará.

"Nada puede detener un sueño", decían las camisetas con las que saltaron al campo los jugadores del América de Cali. Los de Independiente Medellín lucían una cinta negra en sus casacas.

Antes de hacerse rivales, todos se reunieron alrededor del volante John Javier "Choronta" Restrepo para un minuto de silencio en homenaje a la memoria del padre de su colega, fallecido horas antes del partido.

Así, en un estadio Pascual Guerrero hermoso y a "reventar", se inició el último duelo de la Copa Mustang II de 2008, el que decidiría el nombre del nuevo campeón.

Los dos mejores equipos del año volvían a medir fuerzas luego del 0-1 que puso a celebrar a los "diablos rojos" el pasado miércoles en la capital antioqueña.

Y el fútbol se inició con calma. Prudentes, los equipos de Diego Umaña y Santiago Escobar invirtieron los primeros momentos en intentar reconocer sus tácticas. Más animado y con más necesidad, el club antioqueño tomó la batuta ofensiva, pero cumplidos 10 minutos, apenas había generado escaramuzas sobre la puerta contraria.

Gracias al empuje del atacante Víctor Cortés, autor del gol en el encuentro de ida, América tuvo su primera oportunidad en el minuto 13. El balón de tiro libre cobrado por John Valencia fue bien controlado por el portero Aldo Bobadilla.

Bien temprano se abrió el marcador y bien temprano se puso mejor la gran final. Medellín abrió cuentas a los 17, cuando nadie parecía tener la fórmula que hiciera daño al rival.

La acción, inesperada, se gestó cerca de la parte central del campo, donde Danilson Córdoba levantó la esférica hasta el corazón del área local. El delantero Diego Álvarez, cayendo al suelo y de forma acrobática, remató para sorprender al "cuidapalos" Adrián Berbia y dejar en silencio a la ciudad de Cali.

0-1 el juego, 1-1 el marcador global, el nombre del campeón era una incógnita.

América no se puso a lamentar el haber perdido la ventaja sino que se lanzó sobre terreno contrario para intentar recuperarla. Con 22 minutos en el cronómetro, el volante Paulo César Arango impactó de primera intención un servicio llegado desde la izquierda y sólo algunos centímetros le impidieron festejar el empate.

Unas celebraciones nunca llegan, otras se aparecen en el momento indicado. América igualó a los 25' gracias a su goleador Adrián Ramos, quien recibió el balón al borde del área de Medellín, encontró el espacio justo de apuntar y con toda la potencia de una gran final y de su pierna derecha, derrotó a Bobadilla para decretar el 1-1.

Incógnita temporalmente resuelta. Los "diablo rojos" otra vez eran los dueños del título. Ramos completó 12 goles en el Torneo Finalización.

La "electricidad" bajó un poco con el empate. Como si nada hubiera pasado, "escarlatas" y "poderosos" leyeron lo sucedido, reconstruyeron formaciones y nuevamente comenzaron a tejer sus tácticas.

Los dueños de casa también fueron dueños del ritmo en la recta final del primer tiempo. Los visitantes pasaron apuros para evitar que las cosas se pusieran peores. Cuando el árbitro Óscar Julián Ruiz señaló el centro del campo y los futbolistas entraron a los vestuarios, todo estaba como al principio.

45 minutos, dos equipos, una sola estrella

Sin cambios en su nómina inicial, América regresó al campo para disputar los 45 minutos que podrían llevarlo hasta el punto más alto del balompié colombiano. Medellín, aún creyendo en la hazaña, tampoco movió el banco.

Veloces, pero no muy eficientes, las ofensivas de las escuadras pusieron a prueba la calidad defensiva del rival. Cumplidos diez minutos, se imponía la contención, nadie tomaba la batuta y se mantenía la fiesta en el estadio Pascual Guerrero.

El mediocampista Jaime Castrillón reforzó al "poderoso" en reemplazo del juvenil Juan Guillermo Cuadrado.

A los 11' el zaguero Pedro Tavima probó con un remate de cabeza tras tiro libre, pero Bobadilla alejó el peligro de la puerta antioqueña. A los 12', los remates de media distancia de Jamell Ramos eran el argumento visitante para buscar una nueva anotación.

Y todo comenzó a definirse cuando llegó el cuarto de hora. Segundos después de que los hombres de Medellín reclamaran al juez una pena máxima por discutido choque en el área local, un autogol encendió la estrella número 13 de la "mechita".

El capitán americano Iván Vélez se proyectó por derecha y lanzó una potente pelota de centro que no fue conectada por alguno de sus compañeros. Ramos, el zaguero visitante, sí tuvo la mala fortuna de conectarla y dejó las cuentas 2-1 a favor del equipo de Diego Édison Umaña.

Nada de incógnitas. Salvo un "poderoso milagro", ¡América campeón!

Sucedió lo que casi siempre sucede. Medellín, el cuadro perdedor, subió sus líneas y apostó los "restos" en "suicidas" proyecciones ofensivas. América, el ganador, administró la ventaja y con demasiados espacios para contragolpear intentó hacer goleada al triunfo.

El meta Adrián Berbia y el sistema defensivo "escarlata" cumplieron con su trabajo y como héroes levantaron los brazos tras el pitazo final. Umaña, uno de los técnicos "clásicos" del torneo, por fin pudo coronarse en Primera División. Segundos antes, el juvenil volante Jaime Córdoba había marcado el 3-1 para ponerle guinda al asunto.  

La tradicional "mechita" sigue escribiendo historia en el país. Ahora, con 13 estrellas, comparte con Millonarios de Bogotá el honor de ser el club más ganador de la historia.

"Nada puede detener un sueño", América lo demostró el domingo en el estadio Pascual Guerrero. Junto a Medellín y Boyacá Chicó, los "diablos rojos" comenzarán a vivir nuevas ilusiones en 2009, año en que regresarán a la Copa Libertadores con el título de campeón colombiano.

Cali (Valle del Cauca)

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