El clásico del campeonato belga que enfrentó el domingo al Standard de Lieja y al Anderlecht, tuvo que ser detenido tras una hora de juego después del lanzamiento de bengalas, y terminó con una inusual pedida de mano sobre el césped.
En el conjunto de Lieja, el colombiano Steven Alzate no tuvo minutos a pesar de estar disponible en el banco.
Cuarto de hora después, el partido se retomó aunque tan solo por cinco minutos, el tiempo en el que de nuevo los bruselenses lanzaran proyectiles sobre el césped.
El club más laureado de Bélgica, el Anderlecht, atraviesa el peor inicio de temporada desde 1930. Después de 14 jornadas, el conjunto violeta ocupa la 12ª posición, con 16 puntos, cinco más que el primer equipo en zona de descenso.
El Standard es quinto, en una clasificación actualmente liderada por el RC Gante.
El partido fue excepcional por otro hecho inusual. Después del pitido final, el extremo noruego del Standard, Aron Donnum, invitó a su novia sobre el terreno. Con la rodilla clavada y sosteniendo un anillo de compromiso, le pidió matrimonio.
"¡Ha dicho 'Sí'!", gritó el 'speaker' del estadio, quitando peso a un partido que terminó sumido en la confusión.