Dos eliminatorias prácticamente definidas y dos con resultado abierto. La Champions, ese torneo que nunca se ahorra emociones, en el que los bostezos no están permitidos, nos regaló cuatro grandes partidos en la ida de los cuartos de final. El martes y miércoles se definirán los semifinalistas del mejor torneo de clubes del mundo, que nunca se guarda una que otra sorpresa.
PSG-Barcelona: una ventaja demasiado costosa
Polémicas arbitrales, el mejor del mundo lesionado y emociones en los minutos finales. El Parque de los Príncipes fue el testigo ideal de un partido con todos los ingredientes. El Barcelona, como es usual, fue el dueño de la pelota, pero el PSG fue valiente para presionar y tratar de hacer daño. Sin embargo, el buen juego francés se diluyó a partir del gol de Messi, previo pase de genio de Dani Alves. A pesar de la lesión de Leo el Barcelona supo mantener su estilo de juego pero notó la ausencia de ‘La Pulga' a la hora de poner la puntilla final. El empate del PSG llegó gracias a un gol en fuera de lugar de Ibrahimovic -el sueco pudo pisar la cancha gracias a una benévola reducción en su sanción-, llamativamente mal convalidado, más cuando el que está adelantado es un delantero de casi dos metros que está siendo visto por seis árbitros.
Los últimos minutos estuvieron llenos de emoción. Un penal a favor del Barcelona, muy discutido por los franceses, pero que pareciera no admitir dudas, estuvo a punto de darle la victoria a los visitantes. Sin embargo, Matuidi le dio vida a su equipo gracias a un afortunado remate en el minuto 94.
Publicidad
Barcelona se llevó un resultado valioso, sobre todo por los dos goles de visitante, pero a cambio se quedó sin Messi por diez días y sin Mascherano probablemente por el resto de la temporada. Si antes del partido le hubieran preguntado a los equipos si firmaban este marcador, seguramente ambos lo habrían hecho. El tema es que al PSG el negocio le vino con un agregado, porque sin Leo en el bando contrario las esperanzas siempre se multiplican. No obstante, como dicen por ahí, el Barcelona es la selección española con Messi. Pues bien, ahora que no está el argentino, el equipo del jeque se sigue enfrentando a eso: nada menos que a los campeones del mundo. La montaña sigue siendo igual de alta.
Bayern München-Juventus: un pánzer pasó por Baviera
Publicidad
La serie más pareja en el papel terminó siendo un monólogo en los primeros 90 minutos. Como se dijo en la previa de golcaracol.com, la incógnita de la llave estaba en que la Juventus aún no había enfrentado a un rival de peso en esta Champions, por lo cual era difícil saber qué se debía esperar de ellos. El resultado pareció corto para todo lo que hizo el Bayern sobre el campo. El gol en contra a los 20 segundos fue un mazazo demasiado fuerte para los italianos, que quedaron como hipnotizados viendo esa lluvia de oportunidades que le creaba el equipo local. Si no fuera por Buffon y por la mala puntería de Robben, el resultado podría haber sido escandaloso teniendo en cuenta el nivel de ambos equipos.
La ‘Juve' tendrá que apelar a sus mejores armas si de verdad quiere clasificar. Su misión principal será crear las condiciones para que Pirlo respire, porque el cerebro turinés fue totalmente anulado por Kroos -hasta su lesión- y después por Müller. El resultado de asfixiar a Andrea es que los delanteros italianos pueden llegar a morir de inanición. Por lo visto en la ida, no sorprendería que Vucinic y Giovinco sean titulares en el segundo partido. Sin embargo, no se puede olvidar que al Bayern le costó una tonelada cerrar su serie contra el Arsenal a pesar del buen resultado conseguido en la ida. Razón de más para no dar por muerto al líder del Calcio, más cuando existen pocos equipos tan traicioneros como los italianos.
Málaga-Borussia Dortmund: que decida el Signal Iduna Park
Los empates sin goles tienen un estigma. Suelen ser considerados aburridos y sosos. Lógico, el fútbol está concebido por y para el gol y mientras más haya, mejor. En el caso del ‘duelo joven' de la Champions, no fue así. Ambos equipos, sobre todo el alemán, desplegaron todo su potencial y el partido fue bastante entretenido. Los dirigidos por Klopp jugaron conscientes de su papel de favoritos, creando múltiples opciones de gol en las botas de Reus. También Lewandowski desperdició una oportunidad increíble, conocida de antemano su capacidad goleadora. Sin embargo, el Málaga en ningún momento se achicó. Si alguna virtud tienen los de Pellegrini es esa valentía propia de la juventud mezclada con el carácter de sus veteranos.
Publicidad
En definitiva, el empate parece justo porque ninguno de los dos mereció perder. Pero por lo hecho en la cancha, el Borussia debió anotar por lo menos un gol. Pase lo que pase en Alemania, el que clasifique a la semifinal lo hará con méritos más que validados. Con estos dos equipos, como dice el refrán popular, la pelea es peleando.
Real Madrid-Galatasaray: tiquete y medio se quedó en Madrid
Publicidad
Un golpe de autoridad, y sin despeinarse. El Real Madrid hizo valer todo su favoritismo ante un Galatasaray más inofensivo de lo esperado. Los de Mourinho tienen una calidad individual única, que cuando se convierte en colectivo se vuelve imparable. De Özil a Cristiano, de Essien a Benzema, de Xabi Alonso a Higuaín. Los tres goles se dieron gracias a pequeñas sociedades entre futbolistas de talento superlativo. Cada uno de los blancos cumplió con su rol, ninguno desentonó. En cambio, por el lado de los turcos, Yilmaz -quien no podrá jugar la vuelta- y Sneijder se difuminaron por completo y Drogba esta vez no pudo solo. Mucho mérito tuvieron López, Varane y Ramos, los tres jugando a un nivel extraordinario.
Mourinho, una vez más, mostró su condición de viejo zorro. El técnico portugués demostró conocer muy bien las virtudes del rival y las anuló por completo. Además, con el partido sentenciado, mandó a Ramos y a Alonso a hacerse amonestar para que fueran suspendidos y lleguen limpios a semifinales. Más allá de las polémicas en la que está sumergido continuamente, ‘Mou' está ad portas de su tercera semifinal europea en tres años dirigiendo al Madrid. La meta, lo han dicho todos en Chamartín, es la décima Copa de Europa. En el Bernabéu demostraron que son serios candidatos a conseguirla.
Colofón: de verdad preocupa el pésimo nivel del arbitraje europeo. En tres de los cuatro partidos hubo jugadas en las que los colegiados salieron mal parados. Ibrahimovic estaba en fuera de lugar cuando le anotó al Barcelona. Mandzukic estaba adelantado antes de darle el pase de gol a Müller contra la Juventus. Ramos pisó a Yilmaz y el árbitro no solo no sancionó penal sino que amonestó al turco. Demostración de que no basta con llenar la cancha de jueces para acertar en las jugadas polémicas. Algo tendrán que hacer la UEFA y el mundo del fútbol para que los árbitros dejen de incidir tanto en los resultados.