El fundamento de dicha medida, indicó la FIFA en un comunicado de prensa, es el de "proteger la integridad del Mundial y el espíritu de juego limpio".
Este tipo de diagnóstico por resonancia magnética, también conocido como "prueba de la muñeca", que permite evaluar el desarrollo y maduración del esqueleto para determinar la edad de una persona, se practicará a jugadores del Mundial elegidos al azar bajo la supervisión de médicos de la FIFA.
Asimismo, la FIFA recomendó que sean las propias asociaciones que participan en el Mundial las que realicen esta prueba a sus equipos en la fase preparatoria del torneo, para garantizar que ninguno de sus jugadores nació antes del 1 de enero de 1992, límite de edad establecido para disputar el Campeonato.