El equipo dorado había aducido que el jugador no podía actuar en el primer partido de la Liga que se jugó en Cali y que quedó empatado 0-0.
El ente rector del fútbol profesional colombiano se pronunció sobre la demanda que instauró Rionegro, en la cual aseguró que el futbolista no podía jugar, porque tenía un contrato vigente con Veracruz, de México, y que no había un vínculo laboral vigente con América.
En medio de esta novela, también jugó un papel importante la FIFA, puesto que Martínez Borja pidió que se le garantizara el derecho al trabajo para seguir con el equipo caleño, puesto que Veracruz le adeudaba un dinero importante por su salario.
La resolución finaliza diciendo “contra la presente decisión procede el recurso de reposición ante el Comité Disciplinario del Campeonato y el de apelación ante la Comisión Disciplinaria de la Dimayor”.