Cuando el reloj marcaba el minuto 87 de dicho encuentro, varios seguidores que no aguantaron ver cómo caía su equipo por 0-1, ingresaron de manera irresponsable dentro del terreno de juego, obligando al árbitro Luis Trujillo, a terminar el partido y realizar el informe correspondiente de lo sucedido.
Ante el hecho, la Dimayor sancionó al equipo azul a jugar tres partidos con puerta cerrada, lo que le produjo una pérdida económica al equipo.
Este es el comunicado: