El atacante galés, quien se lesionó en septiembre, por un edema en su pierna izquierda y volvió a los entrenamientos a principios de noviembre, pero recayó y esta vez tiene una rotura fibrilar.
En un comunicado, el Real Madrid expone que Bale salió con molestias del entrenamiento del jueves y al hacerle las pruebas médicas “se le ha diagnosticado una rotura fibrilar en el tercio medio del músculo aductor largo de la mencionada pierna. Pendiente de evolución”.
El jugador galés no juega desde el 20 de septiembre, en la derrota 0-1 contra el Betis y aunque a principios del presente mes regresó a los entrenamientos, no ha podido volver y su lesión ahora es de más gravedad. Dejando una vez más sin variantes ofensivas a Zinedine Zidane.
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