El hecho lo reconoció en un comunicado el presidente de la Federación de Fútbol de Mauritania, Ahmed uld Yahya: "Nos concertamos con los presidentes y entrenadores de los dos clubes, que en el minuto 60 iban empatados a 1, y los dos equipos aceptaron parar el encuentro y pasar a los penaltis".
El directivo federativo no ve en ello ninguna "cacicada", sino que lo justifica por "el interés de jugadores y responsables de los dos clubes de ser galardonados por el presidente del país en persona".
Los dos equipos que se disputaron esta "Supercopa abreviada" fueron el FC Tevragh Zeina y el ASC Ksar.
El directivo federativo añadió que el partido había comenzado con cierto retraso sobre su horario y que el estadio no contaba con iluminación artificial, por lo que se imponía el recorte de minutos para poder hacer la entrega del trofeo con luz natural.
Por último, quitó importancia al incidente porque no supuso ninguna violación de los códigos deportivos, ya que "no es un partido oficial desde el punto de vista jurídico".