El hecho lo reconoció en un comunicado el presidente de la Federación de Fútbol de Mauritania, Ahmed uld Yahya: "Nos concertamos con los presidentes y entrenadores de los dos clubes, que en el minuto 60 iban empatados a 1, y los dos equipos aceptaron parar el encuentro y pasar a los penaltis".
El directivo federativo no ve en ello ninguna "cacicada", sino que lo justifica por "el interés de jugadores y responsables de los dos clubes de ser galardonados por el presidente del país en persona".
Y es que el presidente Aziz tenía una agenda repleta ese mismo día (sábado noche) porque se celebraban los 55 años de la independencia del país y el partido de fútbol era solo uno más de los muchos actos a los que debía asistir en la ciudad de Nuadibú, en el norte del país.
Los dos equipos que se disputaron esta "Supercopa abreviada" fueron el FC Tevragh Zeina y el ASC Ksar.
Publicidad
El directivo federativo añadió que el partido había comenzado con cierto retraso sobre su horario y que el estadio no contaba con iluminación artificial, por lo que se imponía el recorte de minutos para poder hacer la entrega del trofeo con luz natural.
Por último, quitó importancia al incidente porque no supuso ninguna violación de los códigos deportivos, ya que "no es un partido oficial desde el punto de vista jurídico".
Publicidad