‘Ibra' explicó en un acto en París que fue esta campaña lo que le llevó a quitarse la camiseta este sábado tras haber marcado un gol en el duelo de la liga gala que enfrentaba a su equipo contra el Caen.
Eso motivó que el árbitro le mostrara una tarjeta amarilla, pero el jugador la dio por buena en pos de este programa con el que pretende poner su fama en favor de la lucha contra el hambre.
Los nombres fueron elegidos entre los que reciben asistencia del PMA en Siria, Irak, Sudán del Sur, República Centroafricana, los afectados por el ébola en Guinea, Sierra Leona y Liberia, así como en Bolivia, Camboya y la República Democrática del Congo.
Ibrahimovic indicó que el hecho de haber marcado este sábado le permitió dar más visibilidad a la campaña, aunque se ganara una amonestación.
"Para mí no hay mayor desastre que el hambre en el mundo. Si hubiera podido, me hubiera tatuado los nombres de todos los que lo padecen, pero no soy tan grande", bromeó el jugador, que precisó que los tatuajes son provisionales.
El exdelantero del Barcelona señaló que hasta ahora no se había implicado en ninguna campaña humanitaria para preservar su imagen de "chico malo", pero que en este caso ha querido dar un paso al frente.
"Es un problema que se puede resolver (...) No estoy aquí para salvar el mundo, aunque si pudiera lo haría. Pero puedo contribuir a abrir los ojos a mucha gente sobre lo que sucede en el mundo", indicó.