
Kobe Bryant colgó la 24 de Los Lakers: el basquetbolista dijo adiós a la NBA

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Antes de retirarse, el deportista dedicó este poema al deporte en el que se desempeñó por 20 de sus 37 años.
“Querido baloncesto,
Desde el día que empecé a formar balones con las medias de mi padre
Y a disparar imaginarias
Canastas ganadoras
En el Great Western Forum
Supe que una cosa era real:
Me enamoré de ti”.
El 13 de abril de 2016 quedará en la historia como el día en que el tercer mayor anotador de la NBA dio un paso al costado. Para el evento, llegaron aficionados vestidos con camisetas y sudaderas de los Lakers, con el número 24 del astro Bryant, coreando el nombre de Kobe, horas antes de que iniciara el partido en el Staples Center contra los Utah Jazz.
Aquellos que no pudieron pagar los excesivos precios de entrada -que alcanzaron promedios de hasta 1.000 dólares- se contentaban con merodear fuera de la instalación en espera de ver a su ídolo o a cualquiera del más de centenar de estrellas del espectáculo y los deportes que fueron invitados a este partido de despedida.
Kobe Bryant no sólo se ha ganado el corazón de los aficionados de Los Angeles por su entrega en las canchas y a la causa Lakers, sino por sus obras humanitarias en ayuda a los más necesitados, cosas de las que el jugador no habla con frecuencia.
Junto con su esposa Vanessa, de ascendencia mexicana, mantiene la Kobe & Vanessa Bryant Family Foundation (KVFF), dedicada a mejorar la vida de los jóvenes y familias necesitadas, tanto a nivel nacional como globalmente.
También trabaja con organizaciones que apoyan el estudio después de la escuela (After School All Stars) y de apoyo a las personas afectadas con cáncer (Stand Up To Cancer) y otras fundaciones de caridad.
Antes del último partido de su carrera contra los Utah Jazz, Kobe Bryant dio una entrevista a la cadena Time Warner Cable SportsNet en la que delinea su futuro y analiza su impacto en la NBA.
Excitado. Estoy feliz. He tenido muchos recuerdos aquí. Tengo una especie de sentimiento por eso de hacer un rutina diaria, y ahora hacerlo por última vez. Es genial.
En lo personal, trato de hacerlo. Disfrutar totalmente este momento. Si dejas que tu mente vague hacia lo que va a suceder y todas estas otras cosas, no se puede apreciar lo que está ocurriendo. Trato de permanecer en el presente.
Tengo que hacer ejercicios en la mañana. Si no comienzo de inmediato caigo en ese proceso en que uno se dice "OK, voy a empezar al día siguiente, al día siguiente", y así sucesivamente hasta que sea un problema. Lo primero que voy a hacer es levantarme y entrenar. Voy a trabajar en el gimnasio y luego llego a la oficina y ponerme a trabajar en algunas de estas historias.
(Mi esposa) Vanessa y yo tenemos algo planeado para la tarde; tratar de pasar algún tiempo juntos. Por la mañana me levanto, voy a entrenar, y luego me pondré a trabajar.
Eso ha sido un sueño hecho realidad, ya que estos son chicos que he crecido viendo desde niño en cintas VHS; viendo y rebobinado, observando y rebobinando durante horas. Tener ese tipo de relación con ellos es dulce.
Un poco de ambos. Utah nos ha golpeado muy mal los últimos dos juegos que nos hemos enfrentado. Mi mente tiene que mantener la concentración en la cancha y tratar de darle a los fans algo para recordar esta última vez.
De la misma manera siempre lo he hecho. Al final del día en la cancha, se trata de enfrentamientos. Se trata de esquemas defensivos, esquemas ofensivos. Uno tiene que mirar esas cosas en su forma más pura. Al final del día, eso es lo que voy a echar de menos: ese proceso. Esa estrategia.