La AFA decidió en julio de 2007 prohibir la entrada de hinchas del equipo visitante en las canchas de la B Nacional para frenar la violencia en los estadios, después de los violentos disturbios desatados tras un partido entre Nueva Chicago y Tigre que dejaron un muerto.
No obstante, el descenso del River Plate de la máxima categoría por primera vez en su historia volvió a abrir el debate sobre esta medida, que fue finalmente levantada tras una reunión del Comité Ejecutivo de la AFA.
Queda ahora por definir cuántas entradas serán puestas a la venta y cómo serán los operativos de seguridad para evitar los episodios violentos que llevaron a esta prohibición.
"Vuelve el público a los estadios, ahora tendremos que echar a los violentos", dijo a periodistas el presidente del Independiente Rivadavia de Mendoza, Daniel Vila, tras finalizar la reunión de los dirigentes.
La mayor parte de los dirigentes de los clubes argentinos apoyaban la suspensión de esta medida, en buena medida por los ingresos económicos que supone el ingreso del público visitante.