La polémica está servida. Los auspiciosos ingresos por cuenta del contrato de televisión que ha suscrito la Dimayor con DirecTV ha obligado a los clubes del fútbol profesional colombiano a adecuarse a las exigencias del teleoperador en materia de horarios, a fin de poder transmitir un alto porcentaje de los partidos de manera no simultánea a fin de enriquecer su parrilla de programación.
La ‘recompensa' económica a las condiciones del teleoperador es tal que los clubes han visto con beneplácito estos cambios en los horarios, ya que los ingresos por televisión son superiores -por mucho- a los que llegan por concepto de boletería.
Conozca en este informe las posturas de la Dimayor, clubes, aficionados y medios de comunicación.