Rafinha, de 22 años, se encuentra actualmente lesionado de gravedad. El inicio de la temporada resultó especialmente agitado para el joven centrocampista, quien después de debutar con la selección absoluta de Brasil, se lesionó en septiembre pasado en el estreno europeo del Barça en el estadio olímpico de Roma.
El jugador firmará su nuevo contrato estando convaleciente de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, lesión de la que se está recuperando y que le dejará prácticamente en blanco durante buena parte de la temporada.
El menor de los hermanos Alcántara tenía contrato hasta junio de 2016 y la cláusula de rescisión del compromiso estaba fijada en 30 millones. Ahora su salida se sitúa en 75 millones de euros.