Gerard Piqué , que ocupó una plaza en el banquillo del Barcelona y se quedó sin jugar, se acercó al árbitro Jesús Gil Manzano al término del clásico frente al Real Madrid para protestar y pedirle explicaciones sobre algunas de las decisiones del partido que su equipo perdió.
Ronald Koeman, molesto con el arbitraje: "Es penalti clarísimo, pero tenemos que callarnos"
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Las críticas que el Barcelona realizó al árbitro tras el partido fueron las relativas a un posible penalti de Mendy a Martin Braithwaite en la segunda parte, queRonald Koeman calificó de "clarísimo", y los cuatro minutos de tiempo añadido, que a los jugadores azulgrana les resultaron pocos.