En un fin de semana marcado por las declaraciones de Pep Guardiola sobre los aficionados de su equipo, el Manchester City se dejó dos puntos en la visita del Southampton en un empate a cero que pudo ser peor.
Pudo ser peor para los Sky Blues porque el VAR anuló un penalti y expulsión de Kyle Walker, que se había llevado, siendo último defensor, por delante a Adam Armstrong. El colegiado, Jonathan Moss, tras revisar la acción en el monitor, sentenció que no había falta del defensa inglés y el partido continuó.
Este es el segundo pinchazo para los de Guardiola esta temporada, que ya perdieron contra el Tottenham Hotspur, y, a la espera de que jueguen Manchester United, Chelsea y Everton, está empatado con ellos tres, en la segunda plaza, a diez puntos, tres por debajo del Liverpool.