Hay situaciones que no se deben desaprovechar y eso, de seguro, le quedó claro a la Selección de Ecuador, este viernes 3 de febrero, en la apertura de la fecha 2 del Sudamericano Sub-20. Y es que cuando todo estaba empatado 1-1 y se jugaban los minutos finales, 'la Tri' tuvo un penalti a favor y pudo haber significado la victoria, pero se encontró con la muralla llamada Randall Rodríguez.
Sebastián González Baquero tomó el balón, se hizo cargo, se paró al frente de la pelota y remató a ras de piso al palo izquierdo, con tan mala suerte para él que el portero rival también se la jugó hacia ese lado. Estiró el brazo y evitó que las redes se inflaran, desatando la locura entre sus compañeros y dejando una tristeza gigante en las toldas del equipo ecuatoriano, que no dio el golpe.