Al final del partido de Copa Italia perdido contra los milaneses, ambos entrenadores fueron expulsados por protestas. En la rueda de prensa postpartido, Roberto Mancini aseguró que el técnico napolitano le insultó llamándole "frocio e finocchio", utilizando dos sinónimos despectivos de "homosexual".
Las normas de la FIGC (Federación Italiana Juego Fútbol) prevén sanciones de mínimo cuatro meses más una multa para los comportamientos "discriminatorios y aptitudes que conlleven ofensas por motivos de sexo".
El entrenador del conjunto sureño se defendió en rueda de prensa asegurando que pidió perdón a Mancini en el vestuario, aunque será fundamental el informe arbitral para la eventual sanción. La sentencia, según informa la Gazzetta dello Sport, se conocerá el próximo jueves.