"Antes de que el árbitro me mostrase la tarjeta roja, todos los jugadores del Chelsea me rodearon. Me parecía que tenía 11 bebés a mí alrededor", dijo el delantero tras el partido.
"Ibra" criticó también al árbitro holandés Björn Kuipers, ya que consideró que su decisión de expulsarlo por una falta al brasileño Oscar fue injusta.
"Yo no sabía si debía enfadarme o reír. Cuando vi la tarjeta roja pensé: el tipo no sabe lo que hace", dijo el delantero de 33 años.