Juventus tuvo que recibir al Inter de MIlán por la ida de las semifinal de la Copa de Italia. Romelu Lukaku dejaría el empate desde el punto final para los 'neroazzurros'.
Ya finalizando el encuentro, un intento de despeje de un centro por parte de Gleison Bremer terminó por pegarle en la mano. El árbitro central decretó penal que, sin pensarlo, lo cogió Romelu Lukaku para hacerlo efectivo. El belga, con gran frialdad, engañó por completo a Mattia Perin colocando el empate para el Inter de Milán y dejando todo parejo para la vuelta en el Giuseppe Meazza.