El nuevo maillot amarillo Mathieu Van der Poel y su padre Adrie han cultivado con el Tour de Francia "un vínculo fuerte" desde mucho antes de que el corredor del Alpecin esté disputando en 2021 su primera ronda gala.
"La mayoría de las vacaciones, tanto de verano como de invierno, las pasábamos en Francia", cuenta Adrie, antiguo corredor que disputó diez Tours entre 1982 y 1992.
Nunca lejos de su bicicleta, a Mathieu "le gustaba mucho Francia por sus vacaciones. Tiene de todo: costa, montañas, llanuras... A menudo íbamos a los Alpes, incluso en verano, y a veces a la Costa Azul", recuerda su padre, casado con Corinne Poulidor, la hija de Raymond Poulidor, el mítico corredor que nunca llegó a vestir el maillot amarillo.
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"El vínculo es muy fuerte" con Francia, confirma David Van der Poel, hermano de Mathieu. "El pueblo de mi abuelo (Saint-Léonard-de-Noblat) era un lugar que queríamos mucho". Fue allí donde tuvo lugar el funeral de Poulidor, fallecido en noviembre de 2019.
"Gracias a la popularidad que tenía mi abuelo se me ve un poco como a un francés cuando corro aquí", explicaba Mathieu Van der Poel un día antes del inicio del Tour de Francia.
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Para evocar la relación que unía a ‘Poupou’ con sus nietos, David y su padre coinciden en el término: "intensa".
Los 800 kilómetros que separan Saint-Léonard-de-Noblat y Kapellen, en la periferia de Amberes, donde Adrie y Corinne instalaron su nido familiar, son demasiados.
"Sólo se veían dos veces al año, así que cuando se veían era mucho más intenso que cuando tú ves a tu abuelo todas las semanas", asegura el antiguo corredor.
Y el vínculo con Francia se hizo más estrecho con el paso de las etapas vividas junto a las carreteras en el Tour.
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A pesar de sus raíces francesas y su arraigo con el país galo, los hijos de Van der Poel eligieron representar a Países Bajos y militan en un equipo belga.
"Es debido al ciclocrós", explica David Van der Poel. "Cuando tenía 18 años el equipo belga (del director del Alpecin-Fenix) Philip Roodhooft me propuso rodar para ellos. Mathieu se unió a mí dos años después", explica su hermano mayor (29 años, por los 26 de Mathieu).
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Después, Mathieu permaneció en el seno del Alpecin-Fenix, un equipo belga de Pro Team (segundo escalón del ciclismo mundial) en el que es la estrella indiscutible. Aunque ello a veces le supone verse más aislado en el final de las carreras que sus grandes rivales Wout Van Aert y Julian Alaphilippe, los dos miembros de potentes equipos World Tour (la élite del ciclismo).
El sábado, el campeón del mundo fue llevado por la locomotora del Deceuninck hasta la parte más dura de la subida Fosse-aux-Loups; el domingo, VDP se vio sólo en las dos ascensiones al Mûr-de-Bretagne.
Francés o neerlandés, el público olvidará pronto que corre para un equipo belga.
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"Yo creo que la gente viene simplemente para ver deporte, vivir una experiencia, y son capaces de apoyar a todos los corredores", apunta David Van der Poel.
"Mathieu pasa tanto tiempo en Bélgica como en Francia o en Países Bajos, para él es un poco lo mimo, yo creo", añade su padre Adrie.
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En el trío de llegadores de élite, el belga Van Aert corre para un equipo neerlandés y el francés Alaphilippe para una formación belga.
Pero "el público francés es un poco más exigente que el neerlandés, quizá más emotivo", alerta David.