Como ciclista, Tadej Pogacar siempre ha sido precoz, el más joven y pequeño, una circunstancia a la que se sobrepuso una y otra vez con ambición y agresividad. Su valor para apostar por el todo o nada le ha dado la victoria en un Tour de Francia con aroma de leyenda.
En una de las etapas más emocionantes de los últimos años, Pogacar destrozó este sábado el guión previsto, dio un golpe de mano que retumbó como un terremoto y este domingo se consagró en los Campos Elíseos como el ganador más joven del Tour en un siglo.
Su lema vital es "nunca dejes de intentarlo, nunca te rindas". Es el mensaje que parpadea en su web y no es ningún farol. Su exhibición en la crono del sábado no es casualidad: es su manera de entender la competición.
También su logo lo define: la imagen de la cabeza de un lobo con sus iniciales. Según explicó Pogacar, este animal simboliza sus virtudes deportivas: la ambición de ser el mejor, un luchador implacable y un buen miembro del equipo.
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Pogacar, que este lunes cumple 22 años, se ha convertido en el primer esloveno en ganar el Tour, con tres de los cuatro maillot posibles, el amarillo de líder, el blanco al mejor ciclista joven, y el de lunares al mejor escalador.
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El último en llegar a los Campos Elíseos con tres maillot fue el legendario Eddy Merckx, en 1972.
Además, es el primer ciclista que ha vencido en su primer Tour después de Laurent Fignon en 1983, y el campeón más joven después de Henri Cornet, que en 1904 lo ganó con 19 años.
En la contrarreloj de 36 kilómetros en La Planche des Belles Filles volatilizó los 57 segundos de ventaja que tenía su compatriota Primoz Roglic -que había dominado la competición hasta entonces de forma imperial- y todavía le endosó otro minuto.
DOS ESLOVENOS LIDERAN EL TOUR
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Hasta el terremoto del sábado, Roglic, del equipo Jumbo-Visma y de 30 años, había dominado la competición, mientras que Pogacar, del UAE Emirates, había sido segundo.
Ambos, de escuadras distintas, han puesto fin al dominio del equipo británico Ineos y han situado a su pequeño país de dos millones de habitantes por encima de grandes potencias ciclistas como Italia, Francia, España o Colombia.
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Es la primera vez que un esloveno vence en el Tour y la primera vez en 36 años que dos ciclistas del mismo país ocupan los dos primeros puestos en la más prestigiosa competición ciclista.
En Eslovenia el ciclismo cuenta con mucha tradición, pero no ha tenido una figura de primer nivel hasta ahora, cuando presume de dos estrellas a los que se apoda como "Rog&Pog" y que, pese a la tensión competitiva, son amigos.
La pequeña exrepública yugoslava cuenta con deportistas de talla mundial como las estrellas de la NBA Luka Doncic y Goran Dragic, el portero del Atlético Madrid Jan Oblak, o los esquiadores Peter Prevc y Tina Maze, entre otros.
"¿Es Pogacar un terrestre o un marciano? , titulaba este domingo el diario deportivo esloveno "Sportklub", mientras el generalista "Delo" lo comparaba con dos leyendas, "Pogacar: Indurain y Pantani en uno".
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TAMAU POGI, EL PEQUEÑO SIN MIEDO
Pogacar creció -junto a sus dos hermanas y un hermano- en un pequeño pueblo al norte de la capital eslovena, Liubliana. Ni su madre, profesora de secundaria, ni su padre, empleado de una empresa maderera, tenían ninguna vinculación con el deporte.
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El nombre de su aldea natal, Klanec, cerca del pueblo de Komenda, significa "cuesta" en esloveno, "de forma que no sorprende que me atraigan las cuestas", ha explicado Pogacar con humor.
Aunque su primer deporte fue el fútbol, su hermano mayor, Tilen, le llevó al ciclismo. Desde entonces nunca se ha bajado de la bicicleta y toda su vida gira alrededor de los pedales.
En Eslovenia Pogacar es un símbolo de vida sana, de entrega al deporte, de una actitud mental inquebrantable, basada en la humildad y el trabajo.
Pero su imagen de chico bueno y su acné juvenil no debe confundirse: cuando se sube a una bicicleta es un competidor agresivo, ambicioso y sin concesiones. Un joven ejemplar, un ciclista salvaje.
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Con 9 años comenzó con la bici y con diez empezó a competir. Era el más pequeño de las carreras, tanto por edad como por físico. De ahí viene su apodo, "Tamau Pogi", el pequeño Pogi. Pogacar sigue utilizando ese nombre en su cuenta de twitter: "@TamauPogi".
Andrej Hauptman, medallista con Eslovenia, le ayudó en su progresión. En numerosas ocasiones ha contado la anécdota de cómo lo descubrió por primera vez en un circuito para jóvenes promesas.
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"Llegué tarde y lo primero que vi fue un gran grupo de ciclistas adolescentes en cabeza y un chico pequeño, mucho más joven, 100 metros detrás y tratando de mantener el ritmo", recuerda Hauptman en una entrevista reciente con la web Procycling.
Hauptman, que entonces trabajaba para detectar jóvenes talentos, le preocupó que aquel niño quedara tan descolgado y le dijo a los organizadores: "Tendríamos que hacer algo para ayudar a ese pequeño".
Los organizadores, sorprendidos, le contestaron: 'No, no es lo que piensas. Va por delante. Ha sacado casi una vuelta de ventaja. Ese pequeño era Tadej", relata.
Desde entonces Hauptman ha sido una de las grandes figuras en el ascenso de Pogacar a la elite. "Hauptman me mostró el camino al ciclismo", ha reconocido el ganador del Tour.
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"Mi objetivo es ganar una de las carreras mundialmente famosas de tres semanas", escribió el joven en su página digital tras la Vuelta a España de 2019, en la que Pogacar fue la gran revelación al acabar tercero, tras Roglic y Alejandro Valverde.
Ese 2019, en su primer año como profesional, causó sensación. En febrero triunfó en la portuguesa Vuelta al Algarve. Fue el ciclista más joven del mundo en ganar una carrera del UCI World Tour al imponerse en el Tour de California con solo 20 años, y luego siguió la Vuelta a España.
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"SIEMPRE MANTIENE LA CALMA"
También su novia, Urska Zigart, es ciclista, del club Alé BTC Ljubljana, con sede en Italia y que compite en el UCI World Tour Femenino.
"Parece que siempre puede mantener la calma", describió Zigart en el diario digital Siol "uno de los rasgos destacados" de su novio en las competiciones.
El director deportivo del UAE Team Emirates, el australiano Neil Stephens, ha explicado que Pogacar tiene una gran intuición para tomar las decisiones correctas y que es consciente de sus virtudes sin dejar de ser humilde.
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"Es bueno y lo sabe, pero al mismo tiempo es humilde y un buen compañero de equipo", resumió.
En medio del enorme júbilo del sábado, Pogacar no se olvidó de su equipo, pero tampoco de reconocer el valor de su rival.
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"Roglic fue el mejor ciclista durante todo el Tour (...) Realmente lo respeto, es verdaderamente un buen amigo y también yo siento su derrota", dijo a los medios esloveno-
Pogacar logra su primer Tour a los 21 años, la edad que Roglic empezó a montar en bicicleta después de abandonar su ambición de ser saltador de esquí debido a unas lesiones que frenaron su progresión.
Roglic -otro deportista especial- venció en la Vuelta a España en 2019 en su primera participación en un grande y todo apuntaba que este sería su primer Tour. Hasta que se cruzó en su camino una fuerza de la naturaleza llamada Pogacar.