La medallista olímpica volvió a su niñez y compartió con payasos, súper héroes, esqueletos y hasta un oso polar en una jornada inolvidable.
“La última vez que me disfracé fue hace muchos años, incluso yo ahorita recordaba que yo no lo hacía mucho porque era un día que perdía de entrenamiento”, dice la múltiple campeona del bicicrós.
Mariana Pajón no llegó sola a la pista, la acompañaba Vincent Pelluard, su esposo, quien estuvo disfrazado del vocalista de Queen, Freddie Mercury.
Luego de su mejor carrera del año en Houston (Estados Unidos), Mariana esta vez hizo de la creatividad un aliado para no quedarse sin disfraz.
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“Supuestamente, supuestamente, de una gimnasta de los 80”, dijo sobre su atuendo mientras se reía.
La pareja se le midió a vivir la particular celebración que incluyó disfraces y la infaltable bici pero con un reto adicional: demostrar la técnica para correr, pero sin cadena.
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“Sin cadena es un reto grande, van a ver que primero uno no puede hacer tanta diferencia a la salida”, explicó Vincent.
Más de 200 deportistas le cumplieron la cita a la bici, a la pista y al disfraz.
"Creo que este es el único deporte en el que los deportistas olímpicos pueden estar con las personas de semillero, niños que apenas están aprendiendo, entonces en genial estar con ellos, compartir, relajarse, pasar bueno, es una carrera simplemente para disfrutar”, indicó Mariana.
La antioqueña comenzará su preparación para los Juegos Nacionales y para la Carrera Internacional de las Luces en las que buscará sumar puntos con miras a Tokio 2020.
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