Los Phoenix Suns ahogaron con una exhibición defensiva a Steph Curry y lograron el martes pasado su decimoséptima victoria seguida tras imponerse a los Golden State Warriors (104-96) en el muy esperado enfrentamiento entre los dos mejores equipos de la NBA en estos momentos.
Los Warriors aterrizaron en Phoenix como líderes de la Conferencia Oeste con el mejor balance de la liga y se marcharon con los Suns igualándoles al frente de la clasificación (ambos con 18 victorias y 3 derrotas).
No todo fueron buenas noticias para los Suns puesto que en el segundo cuarto perdieron por molestias en los isquiotibiales a su escolta Devin Booker, que el lunes fue nombrado jugador de la semana 6 en el Oeste.
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Con este triunfo, los Suns igualan la mejor racha de victorias de la historia de la franquicia y han firmado un noviembre perfecto sin conocer la derrota (los últimos que les ganaron fueron los Sacramento Kings el pasado 27 de octubre).
El encuentro fue de altos vuelos, muy equilibrado, repleto de alternativas y con los dos conjuntos sacando las garras en cada jugada.
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Curry venía de dar un recital el domingo frente a Los Angeles Clippers (33 puntos con 7 de 13 en triples), pero el martes pasado tuvo una noche muy desafortunada.
El base acabó con 12 puntos (4 de 21 en tiros, 3 de 14 en triples), 3 rebotes y 2 asistencias.
En los Suns destacaron Deandre Ayton (24 puntos y 11 rebotes), Chris Paul (15 puntos, 11 asistencias y 6 rebotes) y Jae Crowder (14 puntos y 6 rebotes), aunque la clave de su triunfo estuvo en una defensa, capitaneada por el incansable Mikal Bridges, que forzó 22 pérdidas de balón de los Warriors.
Jordan Poole fue con 28 puntos el máximo anotador de unos Warriors en los que el mexicano Juan Toscano-Anderson logró 2 puntos, un rebote y 2 asistencias en 13 minutos.
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SIN NOTICIAS DE CURRY
Deandre Ayton aprovechó desde el comienzo la teórica inferioridad en la pintura de los Warriors, que empezaron con problemas para cerrar el rebote (18-15 con 6.01 por jugarse).
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Stephen Curry no parecía cómodo pero los visitantes encontraron al reemplazo ideal con Jordan Poole, explosivo y espléndido en un primer cuarto en el que logró 16 puntos incluidos cuatro triples (31-35).
Tras un intenso primer parcial de ida y vuelta, Suns y Warriors se enredaron en unos primeros minutos del segundo cuarto marcados por los errores y las pérdidas de balón.
Curry seguía sin desperezarse así que su protagonismo en la parcela anotadora lo asumió Otto Porter Jr., que llegaría al descanso con 12 puntos y que llevó a los Warriors a rozar la decena de puntos de ventaja.
Devin Booker aceptó el desafío y estrechó la diferencia (43-48 a falta de 5.59) antes de tener que abandonar el partido por lesión.
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El camino que había dibujado el escolta lo siguieron sus compañeros Chris Paul, Jae Crowder y Cameron Johnson, que desde el esfuerzo defensivo y el colmillo en ataque le dieron la vuelta al partido antes de irse al vestuario (56-54).
Los dos tapones seguidos que se llevó Curry en el último minuto fueron un buen reflejo de la mala primera mitad del base (8 puntos con 3 de 14 en tiros).
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Los Suns anotaron el 51,2 % de sus tiros pero perdieron claramente la batalla por el rebote (20 por 32).
VICTORIA DESDE LA DEFENSA
En la reanudación no cambiaron las cosas para los Warriors, todavía demasiado imprecisos y poco fluidos en la faceta ofensiva.
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El encuentro buscaba un dueño que lo gobernara y Paul pidió la palabra con dos tiros seguidos de media distancia (62-57 a falta de 8.31)
Los de San Francisco intentaron alterar el ritmo del partido alternando defensa individual y en zona, pero los Suns alcanzaron una diferencia de 9 puntos que, en un encuentro tan igualado y complejo, parecía un botín enorme (70-61 con 5.19 por jugarse).
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Con Curry de nuevo en el banquillo, Poole asumió los galones y, ya fuera desde el triple o asistiendo a sus compañeros, devolvió el duelo a su terreno natural: el equilibrio (72-71 con 2.30 en el reloj).
Gary Payton II, con un espectacular mate, y Andrew Wiggins pusieron su granito de arena para los Warriors, pero los Suns conservaron su limitada ventaja con las valiosas aportaciones de Cameron Payne y JaVale McGee (80-78).
La ausencia de Booker pesaba mucho en ataque a los de Phoenix, que se refugiaron en el saber hacer de Paul y la habilidad en la zona de Ayton para seguir adelante en el último cuarto
Curry aceptó que no era su noche en el tiro y se volcó en surtir a sus compañeros, en especial a un Nemanja Bjelica muy agresivo (92-89 con 5.38 para el final)
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Hasta ahí llegaron los Warriors.
La fiera defensa de los Suns, liderada por un absolutamente entregado Mikal Bridges, maniató a los visitantes y dos triples de Crowder pusieron tierra de por medio (99-92 con 2.58).
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Sin la visión ni el acierto de Curry, los Warriors se hundieron en un pozo sin fondo de pérdidas de balón y fallos en el tiro hasta que un triple de Landry Shamet cerró el gran triunfo de los de Phoenix.